martes, 18 de julio de 2006

Glaciares: Segunda Parte

Miércoles 1 de Febrero de 2006:

Era el último día en El Chaltén. A las 18 salía el micro con destino a Río Gallegos. Necesitábamos algún plan corto para después del mediodía y con esa hora como límite. Nos tomó la mañana el armado de mochilas y un pequeño reaprovisionamiento. Es así, que después de algunas recomendaciones de la gente del hostel fuimos hasta el Cañadon del Río de las Vueltas, a tan sólo 7 km del pueblo.
Cuando iniciamos el camino, a los 2 km un viejo nos levantó con su camioneta, y nos acercó hasta el borde del sendero, que nos dejaba a 5' de nuestro destino. La señora que nos recomendó esto, lo hizo con 2 pautas: la primera, que si había mucho viento no nos fueramos a acercar mucho porque era peligroso, y la segunda, que llevaramos preparada la cámara de fotos para ver y fotografiar los cóndores que siempre sobrevuelan el cañadon. A pesar de ello, el flaco del hostel nos dijo que el lugar era muy lindo, pero que ninguna de las veces que había ido, vio un putísimo cóndor. Igual, teníamos esperanzas de ver alguno. Ilusos.
La verdad que la vista del cañadon con el Fitz de fondo era linda, aunque el lugar en sí no era nada del otro mundo. Un lugar muy ventoso, tal como nos habían dicho, lo que muy al borde lo hacía un tanto peligroso, pero no hubo mayores inconvenientes. La desilusión fue no ver a esos pajarracos, pero bueno, quedará para el zoológico en Plaza Italia, un poco más cerca de casa que ahora. Desde que volvimos y durante el viaje y después, Andrea sigue preguntándome por los cóndores.
A las 18, tomamos el micro de Taqsa destino Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, para llegar de madrugada, dormir, sacar pasaje a Ushuaia, y así seguir rumbo para conocer uno de los lugares que desde que tengo uso de razón quiero visitar: la ciudad más austral del mundo.

Jueves 2 de Febrero de 2006:

3:30 arribamos a la ventosa (muy ventosa) y desolada terminal de la ciudad de Río Gallegos. Eramos pocos pasajeros que viajamos perturbados por dos infantes y su procreadora; que al parecer tenían mucho de que hablar. Una chica nos preguntó a dónde ibamos, y cómo era más barato para todos, abordamos un taxi los tres. Nos contó que era de otro lado (creo que de Córdoba) pero estaba trabajando ahí por el momento. Nos bajamos saludando y entramos al hotel. Al rato ya estabamos durmiendo. Si no eramos los únicos huéspedes en el edificio, pegaba en el palo.
El cuarto estaba bueno, chiquito pero bueno. Igual, nos dormimos a la brevedad porque estabamos cansados por el extenso viaje. Nos levantamos cerca de las 8 AM para ir a la terminal. Estabamos informados de falta de pasajes por una semana, pero igual teníamos esperanzas de conseguir para esa misma mañana o tarde (vieron que nunca perdíamos esperanzas de nada no?). No fue así. La terminal estaba abarrotada de gente, y la mayoría con nuestra misma hoja de ruta. El problema mayor, es que el trayecto Gallegos - Ushuaia lo hace una sola empresa (Tecni-Austral), y con un solo horario (8:45 AM). Así, es que me acerqué a preguntar y averiguar para cuándo había lugar. Me dijeron que para el servicio del viernes había disponibilidad. El tema es que con 12 hs de viaje incluyendo el ferry para llegar a Tierra del Fuego, perdíamos otro día más, y una de las noches reservadas en el camping de Ushuaia. La bronca inicial fue casi natural, el no saber qué hacer, porque debíamos estar otra noche en Gallegos y pagar otra vez por alojamiento, lo cual era perjudicial a nuestros efectos de gastar lo menos posible en todo el viaje, y de irnos rápido de la capital de la provincia presidencial. Pensamos que una de las únicas alternativas viables que nos quedaba era recurrir al transporte aéreo, asi que después de llamar desde la terminal a LADE (Líneas Aéreas del Estado) y Aerolíneas Argentinas, decidimos ir al centro para consultar salidas de vuelos de la aerolínea estatal.
Nos tomamos un bondi frente a la terminal, con todos los bártulos a cuestas, y nos bajamos a una cuadra de LADE. Todos los santacruceños del colectivo nos indicaron todo para llegar hasta ahí, facilitándonos el asunto. Gente copada la verdad. Después de preguntar, finalmente sacamos ida y vuelta por LADE, para el viernes a primera hora. Si bien saldríamos el mismo día que con el micro, en 40' (sí, cuarenta minutos contra doce horas) estaríamos en Ushuaia. Ahora bien: a dónde ibamos a dormir?. Andrea se acordó que su tío le había dicho que en Diciembre 2005 cuando él viajó, tuvo que dormir con gente de un colegio salesiano del lugar que lo alojó; es decir, le prestaron un lugar para quedarse esas noches que estuvo varado por todo el quilombo de Aerolíneas en esa época. Lo llamó y le preguntó referencias. Dio la casualidad que ese colegio (el Don Bosco) estaba a dos cuadras de nuestra ubicación en ese momento. Así que fuimos a caretearla. Después de unos minutos que Andrea estuvo explicando la situación a la persona que nos habían referido, obtuvimos la dirección de la chacra del colegio, de la que se hacía cargo el cura del mismo. Al salir para conocer el centro, éste parroco nos detuvo para decirnos que a las 19 estuvieramos ahí en la puerta, que él nos llevaba hasta allá cuando alcanzaba al casero al mismo lugar.
De ésta manera, con noche asegurada, nos fuimos a recorrer Río Gallegos. Fuimos a Thaler (la agencia de cambio de un cliente mío que me ayudó mucho en la planificación del viaje), a la costanera, a comer, al museo de ciencias, y al mejor lugar que visitamos en ésta ciudad: el museo de Malvinas. Es básicamente un museo que recoge un gran pedazo de ésa historia; con elementos originales, testimonios escritos de los soldados (cartas, y esas cosas) y documentos periodísticos, archivos de la Nación, y otras tantas cosas de la época. Allí nos recibió una señora (algo así como referente del museo) con la que estuvimos charlando un rato acerca del tema. Sin dudas, en algunos aspectos, ella tenía una visión un poco particular sobre el tema, pero bueno. Esa es otra historia.
A las 19, luego de haber visitado el BBVA local para cambiar plata de Andre y pagar mi tarjeta que vencía, estuvimos en el colegio para ir a la chacra. El cura nos llevó en su para nada modesta Toyota Hilux hacia donde ibamos a dormir. Yo no tenía muchas expectativas. Pero parece que con ésta cosa de la religión los muchachos hacen buena plata, y no es joda. Todo sea por servir al señor y al prójimo. Gracias a este buen hombre y la comunidad salesiana dormimos en un duplex bastante bien equipado que sirve para la recreación de los purretes del colegio que la visitan, con lugar para jugar al fútbol y tres perros que la custodian, con uno de ellos bastante bestia. Resultó una noche de buen sueño, aunque en bolsa de dormir, pero sobre colchón.

Viernes 3 de Febrero de 2006:

El vuelo de LADE nos conduciría a la tan esperada Ushuaia, que debido a los percances ya nombrados, y valga la redundancia, se hacía esperar. La expectativa por un avión más y tan distinto al primero, era el pensamiento en esos momentos, al menos el mío. Era un avión más chico de la Fuerza Aérea Argentina (que también consta en fotos). Llegamos a Ushuaia en el tiempo previsto, con 10ºc en la ciudad, temperatura más que agradable para mí. Lo primero en sorprenderme de ésta ciudad a simple vista, fueron los cordones montañosos (precordillera incluída) que la rodean dándole un toque más de magia, como si le faltara más. Y lo segundo, fue el parque automotor. Mamita, que naves. Al parecer ésto es por la característica de puerto libre o algo por el estilo, algo así como exención de impuestos pero grosa. Al mejor estilo Fassi Lavalle pero legal. Un taxi nos condujo hasta el centro, donde buscamos info. turística para saber cómo llegar hasta el Parque Nacional, si bien alguna idea teníamos. Nos tomamos una combi del transporte especial de pasajeros "Passarella" (si si, como Daniel Alberto) que por $20 te daba un ticket de ida y la vuelta para cuando uno quisiera. Después de 3/4 de hora, llegamos al Parque. Muy silvestre la parte del camping, con muchos pájaros y conejos europeos (éstos últimos, animales importados a la patagonia) dando vueltas. Después de pagar las noches que ibamos a estar en el Parque acampando (grave error) empezamos a armar la carpa, inflar el colchón... instalarnos. El suelo estaba lleno de raíces por lo que se complicaron las primeras estacas. Se ve que nos veía con problemas. Me refiero a un chico (no tan chico) que nos facilitó un martillo para terminar (o empezar con) las estacas de la carpa en el rocoso suelo. Después de eso comimos, y terminamos de armar todo como corresponde. Viendo el panorama de actividades dado el horario (casi nulo era el panorama) nos tiramos a dormir una merecida siesta. Por otra parte, el tiempo no acompañaba. A la noche, cenamos en la confitería del camping, y al sobre, acostumbrándonos a lo fresco de la noche en esas latitudes. Mirá que para que yo diga que está fresco, por algo será.

Sábado 4 de Febrero:

Arrancamos relativamente temprano, con ganas de hacer alguno de los senderos del parque. Nos decidimos por el Hito XXIV (Límite internacional con Chile), a 4 kms del mismo. El día estaba nublado así que el sol no nos iba a acompañar en la caminata por el bosque, asi que salimos emponchados y encapuchados. El agua asomaba...

(continuará...)

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