viernes, 11 de julio de 2008

Chile - Perú : Episodio siete

Jueves 10 de julio


Alrededor de las nueve y media de la mañana me levanté del descanso y me cambié dispuesto al recorrido del día que tendría como principal destino el centro de Santiago. Es así que mi primo me alcanzó hasta la estación del metro inicial de la Línea 1 ("Escuela Militar") y partí. Mi meta era la estación de "Universidad de Chile" donde encararía la mañana entre edificios, estructuras y lugares históricos. Como ya mecioné previamente en este blog, iba cargado de comentarios acerca del crimen organizado (y no tanto) que se registra en el centro, asi que traté de tomar los recaudos necesarios para evitar inconvenientes: no estar con objetos de valor al alcance de la vista (sólo me preocupaba la cámara), usar la mochila adelante y estar atento a mi alrededor. A decir verdad, las condiciones necesarias para sobrevivir en cualquier urbe sudaca.

El metro no iba repleto, pero registraba un caudal de gente más que satisfactorio. Llegué a la U sin mayores inconvenientes y una vez en superficie, empecé a seguir el recorrido que marcaba la guía chilena que me prestó Dopazo (a quien felicito nuevamente por su futura paternidad). Eran algo así como 17 puntos a recorrer en un radio de, calculo, no más de 20-30 cuadras, pero dando una vuelta muy interesante. El paseo era un éxito. Realmente visité lugares increíbles. Los que más me impactaron fueron la Plaza de la Constitución y el Palacio de la Moneda. Debo decir que el gobierno se ocupa de mantener muy bien sus edificios públicos, y se nota un cuidado constante de ellos y de su entorno. Quizás el centro es un poco más sucio pero es lógico por el caudal de gente que maneja. En algún momento del viaje (en el cruce de Paseo Ahumada y Paseo de Huérfanos) me sentí como en Maipú y Lavalle (NdeR: en pleno Buenos Aires para algún lector desprevenido) en cualquier mediodía común y corriente de un día de semana. Pero gracias a Dios, esto era bastante lejos de ahí. Entremedio de todas las fotos y cuadras que recorrí, tuve tiempo para sentarme a tomar un café con tostadas a eso de las 12 hs, de hablar a mi casa, y de bajar mi primer dvd de fotos de este viaje. Recorrí varias tiendas y muchas iglesias. Particularmente ese fue uno de los puntos que más me llamó la atención : la cantidad de gente que habita las iglesias de éste país, más aún teniendo en cuenta la hora y el día que era cuando yo las visité. Gran caudal de gente orando en misa, o sentados en los bancos y parados también adelante de las figuras santificadas.

El centro está poblado de carabineros. Realmente corroboré que brinda una imagen de respeto muy fuerte, y por lo que me han comentado, en general, son dificiles de corromper (igual que la Federal y la Bonaerense, je). Claro está que siempre existen particularidades, pero parece que los muchachos son bastante honestos y cumplen su labor como corresponden. De hecho me tocó verlos en acción, acelerando en filas de a 5 motos y pasando a contramano y en rojo, e incluso subiendo a la vereda en plena persecución. Les debo el final de la historia porque se me perdieron en el horizonte los muy desgraciados. Hablan lo justo y necesario. Tienen imagen de recios. Las carabineras me parecieron todas iguales, con pelo recogido y boina, más su gesto adusto. También localicé de cerca los famosos carros hidrantes con los cuales suelen repeler manifestaciones estudiantiles como las del martes, y de otros tenores.

Almorcé a eso de las 15 hs. Burger King fue esta vez mi receptor, y su flamante sandwich de churrasco! Pedí uno y me propuse disfrutarlo. Al abrir el envoltorio me desayuné que estaba repleto de palta. Es muy común aca que coman palta con todo. Viene siendo en forma de adherezo, cual mostaza o ketchup. Le había escapado los primeros días que me la ofrecieron pero ahora no tenía escapatoria. Estaba inundando mi sandwich, que me pedía a gritos ser devorado, y ella se reía a carcajadas ante mi. Sin vacilar, entré en acción y no me arrepiento. Degusté y saboreé ese sandwich cual manjar. La posta es que la palta tiene un sabor suave. Me parece muy apropiada para ese tipo de comidas. También aplica para patys (aca les dicen "completos") y para hot dogs. La tía me dijo que es muy habitual verla en ensaladas, junto al tomate y la lechuga, cortada en trocitos. Incluso pueden llegar a desayunar pan con palta. Ahi no participo.
Terminé mi vuelta a eso de las 16 hs, así que decidí "devolverme" a la casa. Mi primo me había dicho que lo llamara en tal caso para ver si andaba cerca y pasar a buscarme por algún punto, pero preferí no molestarlo y sí en cambio aumentar mi experiencia con Transantiago. De manera, que como me habían indicado, volví a bajar al Metro en Universidad de Chile, hasta recalar en "Tobalaba", sobre la Av. Providencia...entrando a la comuna de Las Condes. De ahí, la micro C06 me llevaría hasta dos cuadras de distancia de mi hospedaje. Habrán sido como mucho 15 minutos de viaje y ya estaba tocando el timbre aca.

Cerca de las 20 nos fuimos a la casa de Ale, ya que la Tía tenía ganas de verme sin tanta gente alrededor y tantos niños, para poder hablar un poco más tranquilos. Así es que después de traerle a María Paz y a Trini a mi prima (las cuida a la tarde), se quedó ahi a esperarnos para poder cenar todos juntos. Un pollo con papas fritas fue testigo de la velada, muy agradable por cierto. Lamentablemente, mi estadía en Santiago está llegando a su fin y genera algunas cosas internamente. Han sido días tan agradables que me gustaría quedarme más tiempo, para poder disfrutar un poco más de la familia y de lo bueno que se sintió todo esto. Igual no hay que desanimarse...todavía quedan casi 24 hs por delante.

jueves, 10 de julio de 2008

Chile - Perú : Episodio seis


Miércoles 9 de julio

Estaba instado a estar listo a las diez por parte de mi primo ya que una vez que hubiera terminado sus cuestiones empresariales por la mañana, partiríamos. Me levanté con tiempo suficiente luego de haber tenido un descanso más que reconfortante (con sueño incluído...estoy soñando mucho estos días). Me pegué una ducha y me tiré a leer el final del libro que estoy terminando, a esperar ser llamado para emprender la retirada. Al rato vino Mati a avisarme que nos ibamos, por lo cual dejé todo como estaba y agarré la mochila para comenzar la aventura de este día. A propósito, hoy es el cumpleaños de Mati. Cumplió 11 años. Le hice un humilde aporte económico para que pueda seguir sumando fondos para invertir en su próximo viaje con destino a Mendoza. Está afanoso de conocer otro país, y si todo va como parece, la primera vez que salga de su tierra será con destino a Argentina.

Una vez listos, nos embarcamos en la camioneta listos para recorrer varios kilómetros en continuado. Compramos algunos víveres para el camino en una Shell después de ponerle aire a los neumáticos, y salimos al ruedo. El día estaba lindo, con buena temperatura, y sin mayores novedades extras. La primera parada fue el Santuario Lo Vázquez. Me contaba Renato que en cierta fecha se hace una suerte de peregrinación (similar a la de Luján), en donde se cierra la carretera y miles de fieles concurren desde Santiago y desde Viña (NdeR: el Santuario queda a mitad de camino de ambas ciudades) a modo de ofrenda o para agradecer el cumplimiento de alguna promesa por parte de la Virgen del Carmen (Patrona de Chile). Gente arrodillada, caminando, en bici, etc. El santuario es pintoresco y data de tiempo de antiguedad.

Seguimos camino entre túneles y autopista rumbo a la costa. De repente, cruzar un túnel (literalmente) el clima cambió de golpe en menos de 5 segundos. Pasamos del sol a un clima totalmente nublado con el cielo encapotado sin una sola gota de celeste, y una niebla espesa que recortaba seriamente la visibilidad. Estimo que no se veía más alla de 50 m hacia adelante y a los lados, y no exagero. Se modificaron las condiciones bruscamente. De todas formas me contaban que en esa zona es algo habitual. La segunda parada fue en una reserva forestal donde un amigo de mi primo es Administrador del Parque, y está viviendo ahí. Contaba que le cambió la vida a él y su familia, y que es feliz alejado de Santiago. Al principio volvía con frecuencia, hasta que empezó a dejar de ir y ahora sólo va si es estrictamente necesario. Que vida esa...

Ahora si pensábamos no detenernos hasta llegar a destino. Almorzamos en la localidad costera de Con Con, y seguimos hacia Viña del mar. Debo decir que me impresionó para bien ésta ciudad. De movida, no pensé que era tan grande. La costa es muy linda, pasando por Reñaca y las demás playas y balnearios. Reñaca es lo más top según cuentan, y en verano se llena de Argentinos. Raro no? Viña presenta calles tan o mejor aún cuidadas que las de Santiago, con bellos boulevares y palmeras hollywoodenses en sus calles. Insisto en que me sorprendió la magnitud de la ciudad. No se por qué razón la hacía más pequeña. Después de una recorrida más profunda fuimos hasta la Quinta de Vergara, lugar dónde cada verano se celebra el Festival de la Canción de Viña del Mar. El escenario está emplazado en la Quinta dónde se ubica el palacio que perteneció al Sr. Vergara antiguamente, quién donó la mayoría de las tierras, permitiéndo entre otras cosas la construcción de ese anfiteatro donde se desarrolla el show. Un lugar bastante interesante y una peculiar obra de ingeniería en medio de la quinta.

Saliendo de Viña el destino final del recorrido era Valparaíso. Esta ciudad fue declarada hace alrededor de 4-5 años Patrimonio de la Unesco. La característica más distintiva de la ciudad es el colorido de sus casas emplazadas en las propias laderas de los cerros que la bordean. Utiliza además de las calles un viejo sistema de ascensores que facilitan el transporte entre las partes altas y bajas de la ciudad. "Valpo" transmite un aire bohemio y de mucha cultura y arte que no se percibe en muchos lados. Tiene ese encanto de ciudad pausada en el tiempo. No se parece ni en los talones a Viña. Son dos polos opuestos. Valparaíso es activa, en todos los rubros posibles: comercio, industria, etc. Me contaba Claudia que también presenta los más altos niveles de desempleo del país, viéndose favorecida en los meses de verano por los turistas que navegan sus costas y toman paseos en lancha, además de alojamiento y servicios; y durante el año subsisten con las exportaciones vía Pacífico a todo el mundo de productos chilenos. También imaginaba a Valparaíso como una ciudad pequeña y me encontré con otra sorpresa.

Siendo las seis de la tarde aproximadamente iniciamos el regreso a Santiago. Mientras mi primo manejaba, los otros tres integrantes del pasaje hicimos impunemente breves siestas de recuperación porque el viaje nos pasaba la factura de finalización. Al llegar a la capital, después de unas compras breves nos fuimos a lo de la Tía, donde se reunía la mayoría de la familia para festejar el cumple de Mati. Una vez más estaba casi todo el clan a excepción del Tío (de viaje laboral en Pucón), María José y su flia porque cumple tercer aniversario de matrimonio y mi primo Cristian. Se extendió la cena de "hot dogs" y la charla tuvo lugar. Realmente nos divertimos mucho. Da gusto participar de esas charlas.

Ya a medianoche, nos devolvimos a la casa de mi primo para culminar este miércoles.

Mañana me encaminaré al centro, contando con los consejos de todos los miembros de ésta familia quienes dicen que se pone bastante picante esa sección de la ciudad. Al parecer hay mucho choreo y mucho "lanza" (ladrón al mejor estilo punga). Hace un rato estuve viendo unos videos en YouTube y al parecer son bastante impunes los hijos de puta. Espero no sufrirlos y disfrutar el paseo.

martes, 8 de julio de 2008

Chile - Perú : Episodio cinco


Martes 8 de julio

Puse la alarma bien temprano para no quedarme dormido y quedar mal con mi prima ante todo. A las 7:50 me desperté aunque reconozco que me pasaron factura esos minutos fatídicos a continuación de la alarma del celular en los cuales dormité un poco más y hasta creí que me había quedado dormido muy heavy (NdeR: En mi reloj dejé la hora local en las agujas, y la de Argentina en la digital, que es la que veo más rápido). Al ver el reloj divisé las 9:08, cuando Ale me pasaba a buscar "cuarto para las nueve". Me tranquilicé al recordar el detalle de mi reloj. Mi primo abrió la puerta del cuarto avisándome que había veinte para las nueve, lo cual me daba 5 minutos en los cuales me cambié al tiro ya que estaba con todo a mano. Cuando estaba listo para partir mi prima pegó un par de bocinazos y me dirigí a su encuentro.

Saludé a Ale y encaramos camino a su oficina. Estimo que será a unos 20 minutos de Las Condes, aunque no lo afirmo con seguridad. Sigue siendo residencial en su mayoría pero tiene más micros dando vuelta. Me aclaró un poco más todo este tema que venía comentanto del "Transantiago". La cuestión es que es todo un nuevo sistema de transporte, en cuanto a micros y recorridos. Parece que ser de un día para el otro hace unos años les cambiaron el recorrido de la mayoría de los micros usuales que ellos tomaban (ellos = ciudadanos) y se despelotó toda la red. En teoría es una buena idea porque se mejoran los caminos que toman los micros acortando los destinos y recorriendo más lugares, con buena frecuencia y todo, pero el sistema no está muy aceitado que digamos. Aca se viaja con la tarjeta "bip!" que es como una suerte de subtecard que te sirve para todos los medios. Se carga y se debitan los viajes de ahí. El transantiago te brinda hasta una conexión sin cargo Metro - Micro, no al revés. Parece piola (pero no llega a funcionar bien). En reusmidas cuentas, la mayoría de la gente despotrica contra esta reforma, pero parece que no les está quedando otra que adaptarse.

Una vez en la oficina de Ale, me presentó a sus compañeros, a excepción del Gerente General que andaba de gira por la ciudad, y hoy día no se contaba con su presencia. Mi prima tenía que hacer unos trámites (dejar tres facturas y compras de librería) en Providencia, asi que nos embarcamos hacia ahí en una micro que paraba en la esquina y en el Metro. Hoy era un día complicado ya que por un tema de Reforma Educativa, se convocó a un paro desde el Colegio de Profesores. Los estudiantes también paraban y plegaban varios gremios más a su protesta. La marcha no estaba autorizada, asi que se presentía que se iba a pudrir todo. Al parecer, los carabineros detuvieron alrededor de 150 personas. Al menos es lo que dicen los diarios online. Así es que apenas nos bajamos en el Metro en la estación que da a Plaza Italia (plaza donde los chilenos festejan sus éxitos deportivos cual argentos en el Obelisco) ya vimos bastante actividad estudiantil.

Párrafo aparte para el Metro de Santiago. Entradas grandes, buenísimas conexiones y casi ausencia de ruido en su andar hacen del Metro de ésta ciudad una envidia para todos los países cercanos. También es utilizado por mucha gente (y cada vez más) como en nuestro país, pero tiene un alcance de puta madre y te permite unir puntos muy distantes.
Una vez terminadas sus tareas, Ale y yo compartimos un café en Starbucks y de ahí la dejé en el Metro de vuelta a su oficina. Me dispuse a caminar. Encendí el mp3 y arranqué. Recorrí una buena distancia sobre Avenida Providencia pasando por increíbles edificios residenciales, iglesias, plazas y demás yerbas. Realmente hoy me enamoré un poco más de ésta ciudad que de no ser por el tremendo smog que la azota y los sismos que (me contaron) de vez en cuando la sacuden, catalogaría con más puntaje. Desde la oficina de Alejandra con vista a la Cordillera se ve claramente la nube de smog que los cubre todos los días, y ella me comentó que en el centro aún más hasta se percibe el aroma. Habrá que verificarlo. De no ser por esa nube, Santiago tendría una vista 360º perfecta de montañas, por encontrarse enclavada en un valle. Es una verdadera lástima. Pero así como tiene una cosa, compensa con otra. Es increíble el orden y la limpieza de los cuales pueden sentirse orgullosos los nativos de este lugar. Me llama poderosamente la atención lo bien cuidada que está y el buen gusto que hay en general para el mantenimiento de la misma. Mis sinceras felicitaciones para el ministerio de Medio ambiente de ésta ciudad o para quien demonios se encargue de manejar el rumbo de la higiene de la ciudad.

Estuve dando vueltas alrededor de 3 hs y media por Providencia, previamente a emprender mi regreso. Con la misma Micro que había llegado, regresé a la oficina, y esperé a que se hicieran las 17hs con Ale para volver a la casa, después de recoger a María Paz (la más grande de sus hijas) del colegio. La más pequeña (Trinidad) estaba ya en casa de la Tía. Hacia allá fuimos. Merendamos también con el Tío y Coté.

Después de otro rato de comida y charla, dejamos a la madre e hijas en su casa para recalar finalmente en casa de mi primo, a fin de reponerme de la leve pateada del día de hoy. Un poco de play con Mati y la cena fueron suficientes para ponerle fin a este día que me vio con más actividad que los anteriores.

Mañana, a seguir la recorrida. Destino: Viña del Mar / Valparaíso.-

Chile - Perú : Episodio cuatro


Lunes 7 de julio

Hoy puedo decir con toda confianza que el clima se presentó mejor. Ya de mañana me despertaron sobre los ojos los rayos del sol matutino. Volví a despertar tarde de todas formas ya que estoy siguiendo al pie de la letra la política que me sugirió Claudia de "dormir hasta la hora que tu quieras". De todas formas creo que ya me estoy abusando. Ayer me acosté a eso de las 23 y monedas, asi que ya sumé 12 de horas de corrido. Después de desayunar, salí con mi primo y su socio a recorrer con ellos las tareas que tenían para hacer más cerca del centro y no tanto. En el recorrido pude apreciar un poco más la ciudad que me alberga, la cual me sigue sorprendiendo gratamente. Me refiero con ésto a que ya la comuna de Las Condes me había maravillado de entrada por el cuidado que tiene y el mantenimiento tan estricto del orden público y la limpieza en sus calles. También pude ampliar el espectro a la ciudad en general (aunque todavía me falte conocer el Centro Cívico). Se pueden ver muchos edificios recientemente construídos que buscan dueños, así como también muchas oficinas a estrenar. El tránsito no me pareció tan pesado pero me dicen que ha aumentado mucho "hoy día". Además, hay una cuestión con la alteración del transporte público. Algo que ellos llaman "Transantiago" lo cual experimentaré en estos días que me quedan por delante en ésta capital.

La última parada con mi primo fue visitar la camioneta de la cual ellos son dueños. Es una de esas "patonas" que aplastan autos... las clásicas Monster Truck (www.monstertruck.cl). Es el único Monster Truck chileno y ellos manejan eventos y arriendo del mismo. Tuve la oportunidad de subirme trepando por las ruedas y también de oir los rugidos de esa hermosa bestia. Fotos próximamente. Ahi mismo donde la guardan trabaja el Tío Cristian, asi que aproveché para saludarlo.

Una vez regresados, almorzamos en la casa y después me tire a leer un rato. Quedé tendido en la cama y sumé a mis horas de sueño previas una siestita de aprox. 2 hs y media diría yo, aunque no exactamente cuanto duró. A eso le llamo descansar en vacaciones. Cuando desperté ya había vuelto Mati del colegio, quien mañana cumple años, y a la vez defiende un proyecto en el colegio con el cual da inicio a sus vacaciones de invierno a partir del jueves cuando les den la nota. Todos los chicos de todos los grados tienen defensa de proyectos de investigación antes de las vacaciones. Al parecer se los asignan a principio de año, ahora lo entregan y una mesa de profesores les pregunta sobre todo el proyecto, para darles la nota en 48 hs y dejarlos en paz hasta el regreso.

Al regresar Claudia del trabajo, nos dio de cenar y a posteriori con mi primo vimos "Algo pasa en Las Vegas" (Ashton Kutcher; Cameron Diaz) en DVD y así finaliza la jornada.

Para mañana, ya tengo cita a las 8:45 AM (o cuarto para las nueve como dicen aca) con mi prima que camino a su oficina me dejará cerca de Providencia para recorrer un poco y en teoría por la tarde tendré un poco de tour con la tía, y con algo de suerte podré ir hasta el Estadio Nacional de fútbol de Chile, lugar que alberga mucha historia más allá del deporte.

Salud!

domingo, 6 de julio de 2008

Chile - Perú : Episodio tres


Domingo 6 de julio


Día gris nuevamente. Otra vez amanezco tarde, a eso de las 11am. Me pegué una ducha y desayunamos con Mati y mi primo el desayuno que nos sirvió Claudia (su esposa). Después, partimos para el Alto Las Condes a cambiar algo de plata, y hacerme de unos buenos pesos chilenos. Me compré un trípode para la cámara porque el mío vaya a saber uno dónde quedó archivado. Fuimos a por unas empanadas y pan, y salimos para lo de la Tìa, donde se había preparado otro almuerzo de batallón familiar. Fueron cayendo de a poco y se completó la mesa. Primero los más pequeños degustaron unas empanadas y después los demás comimos arroz con pollo, muy bueno por cierto. Conocí al tío Christian, y su hijo, quienes habían quedado pendientes del almuerzo de ayer por no haber podido asistir.

Una vez servido y comido el postre (y bebido el café) fuimos con mi primo y su Sra. más tres de las niñas a conocer el Pueblo de Artesanos de Las Condes, dónde se reúnen los artesanos de todo el país y exhiben sus obras en los más de 150 locales que tiene el predio. Varios productos interesantes como tejidos, maderas trabajadas, rocas, etc. De todas las formas y colores posibles. Me comentaban que es quizás un poco más caro que en el resto de los lugares, pero uno certifica que es todo artesanal, mientras en el resto reinan más los productos industriales mezclados con los nativos. Un interesante paseo que disfruté bastante. Volvimos a lo de la tía, y a merendar. Sobremesa y partimos de regreso a la casa de mi primo, a descansar por tanta comida...

Veremos qué nos depara el día de mañana.-

Chile - Perú : Episodio dos


Sábado 5 de julio


Día nublado y frío. Amanecí cerca de las 11 de la mañana en la cama de Victoria (mi media hermana). Después de una ducha desayunamos y tomé los bártulos para irme con mi viejo a lo de mi prima Coné, en uno de los más bellos barrios residenciales de Santiago, Las Condes. Segundo en clase socioeconómica y cultural de todas las comunas de la ciudad. Coné tiene 4 hijos y una casa muy bonita. Resulta ser que iba toda la flia (a excepción del Tío Cristian) a comer y darme la bienvenida. De repente me encontré inmerso en un grupo de adultos y un festival de niños que apenas conocía, aunque me fui interiorizando de a poco y terminó siendo una gran tarde. Cada uno de mis primos estaba con sus hijos. Renato, Ale, Coné y María José. Comimos unas hamburguesas a la parrilla, que según me dijeron ganó como menú principal por el lugar que había y la cantidad de gente que eramos, lo cual dificultaba cualquier servicio posible y potencial mesa larga. Me pareció apropiado.

Después de comer, me regalaron una remera con el dibujo de la bandera de Chile, firmada y dedicada hacia mí por todos y cada uno de los integrantes de la velada, lo cual fue muy gratificante y emocionante, ya que nunca se me hubiera pasado por la cabeza la demostración de cariño y afecto que se me brindó en apenas 24 horas. Más aún teniendo en cuenta que se me conoce muy poco, y más los niños que apenas tenían noción de quién era, habían firmado cosas como "Tío, que bueno que viniste..." y demás etc. Coté me regaló un llavero hecho a mano que ya forma parte de mis llaves de casa. Fue con la que más hablé de todos. Tiene 11 años y entre otras cosas, juega al handball. Me contaba que imaginaba que yo era más viejo y que no imaginó que le iba a caer bien. Pensó que no tendríamos de que hablar. Pero me dijo que por suerte la realidad fue distinta y que estaba muy contenta de que yo no fuera como había imaginado.

Una vez finalizada la tarde, mudé mis pertenencias a la casa de Renato, a quien no tengo más que agradecer por el trato que estoy recibiendo. Estoy habitando el cuarto de Mati, su hijo de también 11 años. Me facilitó una notebook para que pueda entretenerme, de manera que trataré de utilizarla el resto de los días que me quedan en Santiago para poder actualizar este diario de viaje.

Hoy por la noche estuvimos en el Alto Las Condes (del mismo dueño del Palermo y Avellaneda) comiendo algo y recorriendo algunas tiendas.

Mañana será otro día.-

Chile - Perú : Diario de viaje


Viernes 4 de julio


No pasó tanto tiempo desde que empecé a planificar este viaje y hoy, día inicial de la travesía. Sí pasó tiempo desde la primera vez que imaginé que cruzaría la Cordillera con algunos fines particulares que el lector sabrá interpretar oportunamente.

Terminé la mochila ayer a la noche (como en todos los viajes la noche anterior) a eso de las tres de la mañana. Dejé las cosas que llevaría en mochila de mano para hoy antes de partir a Ezeiza. Me fui del laburo al cierre de la sucursal y después de almorzar algo express en casa empecé a concretar mi tarea pendiente. Como siempre, la sensación de estar olvidando algo estaba muy presente. Había averiguado por un remis para ir hasta el aeropuerto pero me comentaron de los servicios de Manuel Tienda León, que por menos precio (casi la mitad) hacían el mismo recorrido, con lo cual opté por ir hasta Madero y San Martín (dónde está su terminal de partida y recepción )y optar por ésta opción.

Tenía boleto para el servicio de 18:30 (mi vuelo estaba pautado a las 20:35) con lo cual, según sus datos en la web, debería estar llegando a Ezeiza alrededor de las 19:15, con tiempo de sobra para abordar, ya que había hecho el check-in por internet, sin más trámites pendientes.

Eramos no más de diez pasajeros de diferentes nacionalidades en el bus del León. Había algo de tráfico en la zona de partida, no más de lo lógico habitual, de manera que ya estábamos en camino. Dormitando un poco al ritmo de Gilda en los auriculares de mi mp3, esperaba ver la aceleración del micro en el tramo de autopista, la cual demoró más de lo esperado. Mientras tanto, mamá me bombardeba el celular preguntándome preocupada si había tomado el servicio de las seis de la tarde (si fuera por ella, hubiera estado en el aeropuerto tres horas antes... ya dos me parecían abusivas, pero igualmente había salido con tiempo suficiente...). El tráfico era muy denso. El reloj digital del micro avanzaba y yo meditaba en silencio acerca de la situación. Se estaba haciendo bastante tarde. Eran ya 19:15 y no habíamos salido de Capital Federal. El transfer terminó arribando a las 19:50 (hora en que supuestamente se confirmaba el estado de mi vuelo). Al bajar para sacar la mochila de la bodega del micro, una señorita que también viajaba 20:35 le sugirió una serie de interesantes improperios al conductor por su lentitud al entregar las valijas, y salió corriendo una vez obtenida la suya. Yo la mirba y pensaba "Loca de mierda...falta media hora y tan sacada? Estás a 50 metros del mostrador... qué nerviosa está la gente". Una vez cargada mi mochila en hombros, encaré para la puerta y ahí me forraron la misma con ese plástico verde "anti-chorro", dejándome sólo una manija para transportarla, lo cual me complicó la vida de entrada; más aún teniendo en cuenta que no pensaba agarrar un carrito para recorrer los 50 metros que me separaban del mostrador. Al entrar me indicaron gentilmente el sector de LAN; que para mi grata sorpresa estaba completamente vacío. Ni una persona esperando. Me alegré porque no podía estar esperando mucho, así que entre por los parantes y me puse frente al mostrador aguardando a que me llamaran para despachar. De repente, siento que una voz grave desde mis espaldas me pregunta (y cito):

Tipodeseguridadprivada: Señor, a dónde viaja?

Yorelajadodevacaciones: A Santiago, 20:35

Tipodeseguridadprivada: Pero ese vuelo ya cerró señor...

Yosobrandolasituación: No no... cómo va a cerrar si es 20:35?

Tiposabiendoquetienerazón: Sí, el vuelo es en ese horario pero se despacha hasta una hora antes...ya son 20:10 (mirando su reloj)

Yoasumiendoqueeltipotienerazón: Ya se, es que se me demoró el transfer... pero estoy en horario...

Tiporiéndoseinternamentedemi: No; ya cerró. El último vuelo de hoy es el de Miami; pregunte ahi (señalando el fuckin' mostrador) para ver si lo pueden reprogramar para mañana...

Yopálido: No me podés decir esto... estoy en horario! Con quién puedo hablar?

Tipo: Acerquese al mostrador... pero seguro lo derivan a la oficina

Sin hablar y pensando interiormente "Oficina las pelotas! Yo me subo el avión como sea" me acerqué. Exaltado y más nervioso aún; intenté dialogar mientras titubeaba con la pseudoazafata que atendía:

Pseudoazafata: Sí?

Yomáspálido: Mirá, me dicen que se demoró el vuelo de las 20:35 (Nota mental: No flaco, te demoraste vos y tu transfer)... Bah, se demoró mi transfer y me dicen que se cerró el vuelo. Por favor, tengo que despachar esto nada más...ya hice todo lo demás! (Nota de la redacción: Para mí, todo lo demás era el check in)

Pseudoazafata: Pero ud tiene otra valija? Cerramos ya. (Al mismo tiempo le indicaba a la pseudoazafata de al lado, que discutía con otro tipo, que no podía hacerle subir la maleta a ese fulano)

Yoenardecido: No, mirá, esta mochila sola...por favor...

Pseudoazafata: Tiene tarjeta de embarque?

Yo: Sí, tomá (con pasaporte y todo en mano)

Pseudoazafata: "Hola...Fulanito de tal (reemplace ud lector "Fulanito de tal" por el nombre que más le caiga en gusto). Tengo una mochila para subir manual al 470, te la puedo mandar ya? (mientras, el otro sujeto que discutía le decía que le diga a Fulanito de tal que también subiera la de ellos). La pseudoazafata hacía gestos de negativa agitando su cabeza en reiterados movimientos iterativos. "Ah, ya cerraste? Ok."

Yo pensaba... "Uh, la puta madre...". Y de repente, por alguna razón celestial, la pseudo me dijo:

Pseudoazafata: Deme la mochila, por favor.

Youltranervioso: Ok... (puse la mochila en la cinta y le volví a dar pasaporte y embarque, esperando algo...aunque no se exactamente qué a esa altura)

En eso ella levanta la vista y me dice: "Corré...puerta 10...corré porque no llegás"

Despegué cual Jumbo de ese mostrador de inmediato y emprendí la corrida. Subí la escalera mecánica topeteando gente y llegué al de seguridad que controlaba documentos...alteradísimo y desencajado.

Seguridadmirandopapeleta: Mmm...pagó la tasa de embarque?

Yoputeando: Eh!??!? (What the fuck!?!?!) No! Qué tasa de embarque? Dónde?

Seguridadindicando: En esa ventanilla.

Corrí unos metros a la ventanilla indicada y me ultrajaron violentamente $55.- Volví y pasé al de seguridad para salir sin escalas (iluso...) hasta la puerta diez. Divisé al instante a la vuelta del pasillo dos inmensas filas y como veinte ventanillas. Era Migraciones. Algo más? Por qué nadie me dijo que por todo esto son las dos horas que hay que llegar antes? Cuestión que ya eran 20:20. Estaba al horno con papas y dorándome. Me puse en la fila con total resignación, sin intentar maniobas de último minuto como fingir desmayo, sacar un arma recortada y amenazar a alguien, o decirle a algún empleado si podía pasar sin hacer fila. Insisto, me resigné casi del todo y tomé el último lugar de la cola. Me dio algo de ánimo que había dos tipos preguntando por pasajeros de Varig y de Delta. Pensé que no era el único en ese recinto a punto de perder un vuelo, lo cual me reconfortó para terminar la fila. En 8 minutos (20:28) llegué a la ventanilla correspondiente. Miraba el reloj constantemente, por eso la precisión...no es puro azar. Al extender el pasaporte al muñeco que atendía; me dice:

Muñecodemigraciones: Por favor, tarjeta de migraciones

Yosinpodercreerlo: Eh? Na... Qué tarjeta?

MuñecoGallardo: No? Algo de este tipo (mostrándome una de otro pasajero). Fíjese que ahí arriba de los estantes hay. Llene una y pase sin hacer la fila directamente.

Me acordé al instante en griego, arameo y sirio-libanés de toda la familia de ese muñeco. Al mismo tiempo me acordé que había completado esa tarjeta migratoria en internet junto al check-in y no la había impreso (NdeR: recargar los cartuchos de la impresora de casa sería una decisión muy acertada).

Cuando terminé de llenar la tarjeta en letra imprenta poco clara y me aproximé a la ventanilla; el fulano estaba con dos mujeres entradísimas en edad que se movían más lento que un bolero de Manzanero. Y para colmo, otra sexagenaria descuidada que había olvidado llenar la tarjeta se me puso a la par, para acceder antes que yo cual fila que espera el colectivo en la vereda. Miré para atrás y la fila se movía en forma fluída. Para colmo de males, el muñeco (Mateyko) salió de su ventanilla a buscar algo. Estaba más jugado que nunca y ya eran 20:30.

Fue momento de ser "100% argento" y no vacilar en el intento. Noté que el primero de la fila que seguía curso tenía rostro amigable y me aproximé rápidamente. Le dije, tal cual: "Master, no me dejarías pasar que se me va 20:35 y éste se fue de aca? (refiriéndome al muñeco, claro). El barbudo se acordó de mi, ya que el tipo era yankee y con claro acento gringo me dijo: "Sí, clarou". Metí segunda y fui a la ventanilla que llamaba en ese instante. El gordito copado que la habitaba me selló de toque el pasaporte notándome algo nervioso y le dije: "Estoy a full, se me va en 5 minutos". Respondió:

Gorditocopado: Mirá, todavía aca no llamaron a nadie

Yoenmigraciones: Ah, llaman no? Vi que buscaban gente para otros vuelos.

Gorditorecopado: Qué puerta tenés?

Yo: Diez

Gorditocrack: Corré por allá.

Le di las gracias y huí. Pasé a lo largo del Free Shop como Meteoro y llegué a la fila. Todavía faltaba abordar los últimos pasajeros de clase turista y todos los de business. Al último de la fila le toqué el hombro y le pregunté:

Yotranspiradísimo: Disculpe...es el vuelo de Santiago?

Últimodelafila: Sí

Yo: Gracias

Yootravez: Disculpe, 20:35 no?

Últimoqueseráprimero: Sí, Sí

Yobajandocambios: Gracias y perdón, es que no llegaba...

Último: Je, no hay problema.

El periplo terminó, y finalmente subí al LAN 470 con destino final Santiago de Chile. Me senté exhausto en el 18A (ventanilla) y esperé ansioso la partida. Despegamos finalmente cerca de las 20:50 y al rato disfruté un buen servicio de a bordo que incluyó coca fría, un sandwich de jamón y roquefort, más un cortado. De postre, me leí "El Mercurio" que me prestó un tipo que se había acomodado en el asiento de pasillo, ya que los dos contiguos a mi estaban libres. El avión apenas se agitó al cruzar la Cordillera, para terminar aterrizando en la capital chilena a las 22:05 hora local.

Dudaba si realmente mi mochila iba a llegar en condiciones, por haberla dejado a la deriva sin verla irse en la cinta de montaje como siempre en los mostradores de la línea aérea, pero para mi sorpresa llegó entre las primeras a la cinta de retiro. Contento por mi arribo, pasé el control de los vegetales y todo ese cuento, y ahora si posé mi mochila en un bello carro.

Esperaban por mi Renato y papá, con quienes compartí un café antes de partir a la casa de este último, que me alojó mi primer noche en Santiago. Cenamos y charlamos hasta tarde. Me fui a dormir después de una complicada y agitada noche. Si así empezamos...