viernes, 27 de julio de 2007

La cuenta regresiva

... llega a su fin. Time is up. Game Over. Insert Coin. Restart.
El fichín reinicia y yo con más monedas en la mano. Ya van varios juegos seguidos y este es uno más. Si no juego, mantengo de todas formas mi mirada y mi energía fijas en esa pantalla que espera que yo vuelva y la reavive para volver a brillar. Su fulgor lastima la vista de repente, pero emprende el viaje de ida, hasta que todo vuelva a terminar. El constante sueño de empezar a jugar se hace esperar y transpiro de solo pensar en la adrenalina del comienzo, en la tensión de los primeros movimientos. Los obstáculos del juego se van presentando y sorteando en la medida de las propias habilidades. Algunos escollos se presentan imposibles y son eludidos, pero las más simples rocas hacen caer, y son las que golpean más duro por más insignificantes que sean entre el resto de los factores. La palanca va atrás y adelante y los botones son pulsados con fervor. La meta espera al final.

El juego no parece responder. El protagonista está quieto, no responde a las órdenes virtuales. No comprendo por qué se queda en su lugar, inmutable. Duda, piensa, imagina, pero no actúa en consecuencia. Está mirando el terreno y palpando el suelo. Ve alguna baldosa floja y teme ser salpicado. Lo atrae lo desconocido y las ganas de ir superando pantallas. Así que toma su mochila, fiel compañera, junto a sus armas, y sale con el pecho inflado. No pregunta cuántos son, si no que vengan de a uno.-

Parecer

Pareciera que todo vuelve a empezar.
Pareciera que la rueda vuelve a inicio, previo a volver a rodar.
Pareciera que el tiempo vuelve a contarse hasta llegar a cero.
Pareciera que todo suena lejano y se acerca despacio.
Pareciera que tan sólo basta cerrar los ojos para cambiar de lugar, de formas y de contextos.
Pareciera que la mente puede escaparse pero es necesario que el cuerpo acompañe.
Pareciera que todo es desconocido, incierto, volátil y dinámico.
Pareciera que todo se conjuga para que las oraciones no sean abstractas e incoherentes.
Pareciera que, una vez más, hay que escuchar para adentro y mirar para afuera, en vez de escuchar lo de afuera y mirar lo de adentro.

martes, 10 de julio de 2007

Club Atlético Decadente

Y si, el día que Cucho cumplía 40 años, Los Auténticos Decadentes presentaban su último disco en The Roxy (otro show más en el Roxy y van...). No defraudaron. En el medio de un gran clima y después de abrir a todo kilombo con "Somos", mechando temas nuevos como "Algo hay que comer", "Me tiro a la basura", "Confundido" y "Veo", con los grandes hits como "Corazón", "La prima lejana", "El murguero", "La guitarra", "Cyrano", derrumbaron el Roxy a plena fiesta.

Mención aparte merece el Rasta que maneja la percusión decadente. El tipo delira y junto con Cucho y Serrano podrían hacer solos el show. Un jugador distinto.

miércoles, 4 de julio de 2007

Hagamos Contacto

Fecha y hora: Sábado 30 de mayo. 19 hs. The Roxy.



El Rod Stewart argentino pisa el escenario, se abre el telón, y detrás de él y su micrófono emerge la imagen de Santi en la batería, Vare en los teclados, Primo en la segunda guitarra, René en el bajo y Mini en la guitarra líder. Se oye el grito de la gente que salta en remera rayada, sedienta de punk-rock. Villanos comienza la gira nacional de "Contacto".



El show arrancó, como el disco, con "(dame un toque más de) Atención", y siguieron empalmados uno tras otro el resto de los temas del disco. El furor fue cuando sonó el corte que le da nombre al último trabajo villano junto con "Hijo del rigor", "Me cuesta", "Un gran error", y entre mi gama de preferidos, "No se merecen tu amor". Gran selección de temas nos brinda este cd. Muy recomendable.




Luego de que Niko se desmayara, post-seguidilla de temas corridos, comenzó el breve intervalo y se vino el bloque de los clásicos, y con él, el agite villano.



La hilera de temas surcó desde el acostumbrado inicio de shows con "Villanos" y "Rocanrol cabeza" pasando por "Johny Botón", "Sale caro", "No disparen", "Alma en llamas", "Dios es argentino", "Yo te doy", "Pendeja", para culminar en un combo con "Sin mí", "Putas" y la elección final ofrecida por el mismo Niko al público entre "Sacate todo" y "Digo que si". Al rato todos saltando y chicas semidesnudas (el plural femenino es falso, una sola se sacó la remera) indicaban por qué tema nos habíamos inclinado.



A mi juicio, faltó "Chau corazón". Es lo único que reprocho.



El recital aprueba por lejos. Gran show! Ojalá se repita...y pronto.-