jueves, 5 de octubre de 2006

Dos de 0,80!

20 hs. Suena la alarma mental que me indica que debo partir. Tres días a la semana el mismo suplicio. Es necesario? Todo sea por ser "alguien" en ésta bendita tierra que acusa más derrotas que victorias, y que vio irse o echó ella misma a muchos que merecían ( o hubiesen merecido ) quedarse y brillar entre nosotros, y no ser un cerebro foráneo. Quizás, para decirlo en terminos más correctos, un cerebro local en el exilio. La cuestión es que una facultad llena de gente me aguarda una vez más. Así es que sin muchas ganas (a esa hora lo que menos me apetece es ir a la facultad), calzo mochila en hombros, mp3 al oído, y salimos jugando desde el fondo. Llego a la parada y siempre está la misma pareja, en la misma posición, sobre el mismo sector y con las manos en la misma zona de sus respectivos cuerpos. La espera rara vez se prolonga más de los cinco o seis minutos, al compás de algún rock o ritmo alternativo que suaviza el paso del tiempo muerto ahi parado. El africano/caribeño (me inclino más por la primera opción) que vende carne árabe también tiene el mismo gesto adusto cada día que lo veo, y no se saca sus oros colgantes ni aunque se esté muriendo de hambre y tenga que empeñarlos. Quizás cree que denota status, quien sabe. Ocasionalmente aparece alguna vieja desubicada que cree que porque ya se arrugó y yo estoy concentrado en la música, se pone adelante primera en la fila, como desentendiéndose de la jugada. Cómo me molesta eso. Si uno es un tipo atento, la deja pasar. Pero este tipo de cosas me generan ganas de hacerle un tackle alto o dispararle un codazo a la faringe que la ponga en su lugar. Y llega el bondi y la vieja se manda. Pero la puta madre!!! Dónde quedaron nuestros modales? Qué diría su padre si la viera en esa actitud? Seguro diría que soy un pendejo malcriado, lo se. Que no respeto a la tercera edad y todo ese tipo de sandeces. No obstante su irrespetuosa colada, la vieja se sienta en el único asiento libre que quedaba. Y bueno, ya fue, voy parado y me la banco. Hubiese estado bueno que el bondi fuera vacío, pero no; va repleto. A dónde carajo va la gente a las ocho de la noche en el 105? A la facultad seguro que no, porque el rango de edad de los pasajeros a la vista es 30-40, y la mitad babea entre sueños. Olvidate de sentarte, jugador. Se instala al lado mío un sujeto de mi estatura, contextura física parecida... le hago lugar para que se pueda agarrar (en el fondo soy copado, viste?). Pero como no cabe ni un alfiler, el vago queda mirando de frente uno de mis oídos, casi como para susurrarme algo... así, bien "de coté". Sería tan sólo un detalle, si su boca no emanara hacia mi instrumento auditivo una exhalación constante con perfume al mondongo que se clavó al mediodía. Fulminante. Encima estamos todos con buzo/sweater porque el clima afuera así lo requiere; pero aca arriba es República Dominicana. Falta Juan Luis Guerra, La Bilirrubina, y estamos todos. El aire que circula es un grado menos tóxico que el de las papeleras de Fray Bentos. Qué hice yo para merecer ésto?De repente noto una absoluta desaceleración del bólido. En vez de ir en el 105 parece que vamos en los micros dobles rojos ingleses, de paseo por Londres contemplando el Big Ben. Miro al chofer y parece que le faltara un habano, un poco de maní y el Clarín deportivo. El tipo no tiene ningún problema, va como veinte minutos adelantado en su recorrido. Lo que no sabe es que yo voy veinte minutos atrasado en el mío. Como toda Ley de Murphy, ésta sería "Si yo estoy apurado, el hijo de un tren cargado de putas del chofer....no". Para colmo de males voy a llegar jugadísimo. Falta algo? sí, falta.Una chica se levanta de su asiento de dos, a lo cual mi reacción es una doble mortal con twist hacia él, aunque falten diez minutos para bajarme. Mi compañera es una dama, cuyas medidas no describiré ahora, pero que entre su "delicada" figura, más las bolsas del mercado y la cartera XL que lleva, me deja 1/4 del asiento libre, dónde sólo logro ubicar 1/4 de nalga y el bolsillo derecho del pantalón. Tierra, tragame.Finalmente, cruzamos el puente y pabellones universitarios a la vista. Es mi parada, gracias a Dios... porque parece que hoy tendría que haberle hecho caso al horóscopo vietnamita y quedarme durmiendo en casa tapado hasta arriba de todo. Cuándo sea Licenciado también tendré que seguir viajando de ésta manera? O habrán implementado completamente el servicio diferencial? Chofer, yo me bajo aca.-

lunes, 2 de octubre de 2006

Amaneciendo

Flotabas, por ahí... Andabas sin limitaciones ni vacilaciones con paso firme y concreto. Surcabas el horizonte cómo si fuera tu barrio, cómo si siempre hubieses estado ahí. Parecías nunca haberte alejado. Parecías estar reclamando lo tuyo, plantando bandera sin renegar de tu pasado, y pidiendo a gritos por tu presente. Se te había agotado todo, incluyendo esa ilusión que colgabas en la cabecera de tu cama y por la cual rezabas antes de cada nuevo sueño. La pared se derretía en la oscuridad, y te arrastraba somnolienta a tu despojo y a tu explosión. Pero vos sabías que ganabas subsistiendo, separando las aguas y pateando la pelota siempre hacia al frente.

El destino se te cruzó una vez más como un traicionero ayer que tenías en lo más lejano de tus infiernos. Te lo había advertido pero vos siempre elegiste ir por más, preferiste el riesgo antes que el olvido. Lo disfrutaste; hace mucho tiempo no te sentías tan vivo. Sabías de esa temporaria realidad pero los pies nunca se despegaron del piso. No echaste raíces porque conocés bien ese camino. Cada piedra en él sendero produce tropiezos significativos, que te hacen caer, que te impactan, que te muestran cómo funciona todo. Habría que repreguntarse eso de vez en cuándo. Por lo menos para estar en dinámico cambio y poder adaptarse. Por lo menos para ver la luz, aunque sea sólo por un rato.