viernes, 31 de diciembre de 2010

El diálogo

...Y a la vuelta de la esquina estaba El Recuerdo. Mirándome.

No hice más que agachar la cabeza y detener el pensamiento en el mismo instante en que se comenzaba a aproximar hacia mí. Carecí de otro tipo de reacción. Su respiración se incrementaba y casi que me tapaba completamente, sin concesiones. Me ahogaba. Las palabras se refugiaban en otra parte.

Con las cartas sobre la mesa, la negociación entró en su punto más álgido. No estabamos dispuestos a ceder. Las horas y los días pasaban, y seguíamos frunciendo el ceño, casi en continuado. Las miradas finas, pero hirientes, estaban comenzando a inyectarse en sangre....hasta que llegó la claridad. Acordamos un pacto. Asumo que ninguno se creyó victorioso, sino que sólo busco escapar. Lejos.