viernes, 1 de septiembre de 2006

Primer día

Me levanto temprano. Son algo así como las 6:30. Qué dolor de todo! Hace tiempo no sentía ésta pereza... ésta sensación de... de... mami, 5 minutos más. Pensé que el día tardaría más en llegar, pero el almanaque me traiciona una vez más. Y van... Para colmo afuera hace frío. Agosto vino bastante crudo en sus comienzos. Y justo yo me tengo que levantar a ésta hora. Esa es mi definición de injusticia. Vuelvo al 95, viejo colectivo que supo trasladarme cinco largos años hasta la secundaria. La música electrónica despedida de mi mp3 no logra sacudir mis neuronas y sigo navegando entre sueños. Subo cual zombie y pido $0,75. Igual el colectivero siempre se hace el boludo que no te escucha y me da $0,80. La diferencia entre ambos no es rutilante en mí a esa hora. Si no le diría muchas cosas, pero ni da.
Cruzo el umbral del gran portón que se abre al medio, y recibo miles de papeles de parte de los multipartidarios estudiantes de diversas minorías que buscan imponer su ideología política y social, en un ámbito dónde eso debería ser una de las últimas prioridades. Pero no es así. Son la estrella cada año. Ellos, sus afiches, sus volantes, sus delegados. Ellos y su mundo. En vez de aburrir con acusaciones baratas se les podría caer una idea de vez en cuando.
Próximo paso: la búsqueda del tesoro. Aula 35. Para colmo es mi debut en el edificio, por ende no tengo la menor idea de dónde chingada ir. Encima está declarada la emergencia edilicia, por lo cual hay más andamios que aulas. Gracias al cielo es en planta baja. Camino un trecho y llego al aula. Explota de gente. Algo raro en la UBA (notese el sarcasmo). Eramos como 100...y ojo que apretaditos entrabamos todos. Le pusimos mucha voluntad.
7 AM. La sensación de frío, hambre, desgano, sueño y kilombo, entre otras, forman un cocktail formidablemente explosivo en mi mente y en mi cuerpo. Me quiero ir, ya fue. Encima el tipo éste no viene. Quién se cree que es? El Diego? Moria Casán? Que venga de una vez y de su clase. A ver qué tanto tiene para decir a ésta hora! Se me ocurre un rosario de puteadas para él, sus ayudantes, la cátedra, y los 99 que tengo alrededor. Me aburro! y así pasa la hora... ya son como 7 y cuarto, y yo sigo aca de garpe como todo el resto. Si total no tenemos nada que hacer...
Y ahí es cuando empezás a examinar al resto de los individuos. Hay caripelas x 200 (incluída la mía claro). Desde el último banco, del cual me reconozco habitué, poseo buen panorama y visión periférica. El análisis es extremo. A lo que puede llegar uno cuando está aburrido, por favor.
7:20 y la re p... No puedo creer que el zángano éste falte a la primera clase, no sería ético. Dónde quedaron los valores? Y yo que podía estar soñando recostado en mi lecho... y no en éste banco helado, pegado a una pared, con las ventanas abiertas y violeta del frío. Que lindo es estudiar! Encima ni desayuné, como para completar el cartón.
Y llega el hijo de un tren cargado de prostitutas. No es uno sólo, son 4! La puta madre... tienen el horario de Islandia? No ven que son 7:35? O los 100 retardados que estamos sentados entendimos mal el horario de entrada? El sujeto este dirá que nos dejaron media hora a todos ahi para que nos conociéramos. Ja! Idiota! Bien que te estarías tragando dos medialunas de manteca y un café con leche mientras mi temperatura corporal descendía a la par de mis ganas de escucharte un martes a las 7 de la madrugada! Y bue... el vago arranca. Para colmo tenés que soportar que te subestime... con que uds no saben lenguaje técnico, y esto es la facultad, y uds... y uds.... y uds... etc, etc, etc. Pará... quién te auspicia loco? Parece que a ellos también les afecta el horario matinal. De repente el tipo empieza a hablar de lo mal que escriben y leen los alumnos. Ojo, en parte tiene razón. Pero qué necesidad de meter a todos en la misma bolsa? "Es que uds, con ésto de la abreviatura en el celular, escriben cada día peor" Me está tomando por imbécil? Significa que porque hay un par de tilingas que por usar su celular más que su cerebro escriben mal, después el resto tenemos que ser iguales? Dios, que repugnante. Ya me cayó mal. Me quiero ir (episodio 2).
Y finalmente el horario se acerca... la liberación esperada... pero el fulano quiere seguir hablando... Y a la ayudante no se le ocurre nada mejor que empezar a preguntar acerca de nuestras vidas. Andá a saber qué le importa. Pero te pregunta hasta cuánto calzás, si preferís azúcar o edulcorante, y si le das pie creo que hasta le gustaría saber cuántos lunares tenés en el cuerpo. Ni la fecha del primer parcial dijo... pero ya sabe mi nombre y apellido, mi edad, mis hobbies, con quién vivo, qué diario leo, si veo tele o escucho radio, y cuántas veces voy al baño por día. En fin, si esto es la base de mi futuro, mejor me dedico al tarot. Y que me vengan a buscar con la fuerza pública...

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