sábado, 5 de abril de 2008

1 año sin Fuentealba

El 5 de octubre de 2007 en este mismo blog (más precisamente en "Las Bases") intenté esbozar algunos conceptos sobre educación. Nombré en él a Carlos Fuentealba, docente asesinado en Neuquén, hace un año de hoy, en una movilización gremial por reclamos salariales, justos y correspondientes, aunque no correspondidos (raro, no?). En ese momento a alguien le "molestó" que un tipo que realiza uno de los trabajos más dignos en cuanto a la formación social y cultural de una persona, reclamara por mejoras en su ingreso mensual, y no tuvo mejor idea que soltar un tiro desde un arma, guiado e influído por órdenes superiores de vaya a saber uno qué mente brillante. Ya sabemos que en éste país no está permitido pensar. O no al menos incentivar cada día y fomentar económicamente el trabajo de los que nos enseñan a pensar todos los días en los miles de establecimientos nacionales a lo largo y a lo ancho del territorio.

Pasado el tiempo mencionado, lamentablemente no podemos hablar de que se ha hecho justicia con los responsables de este asesinato, sino que hasta tuvimos que admitir que se postulen a una presidencia de la nación y que se identifiquen con ciertos grupos de la vida política argentina con los que cohesionan y comparten ideas, dejando en el olvido todo aquello que hiciera referencia a éste caso.

Así como muchos olvidaron o quisieron olvidar (o simplemente mirar al costado) lo que pasó con Carlos porque era prudente, espero que el resto de la composición social que nos rodea no lo omita. Porque sería un caso más en la larga lista de noticias que se ven tapadas con nuevos problemas. Con la diferencia que éstos son hechos que marcan definitivamente una cicatriz en la estructura, imposible de ser pasada por alto.

Bastaría con que la imagen de Carlos siga fijada en la memoria y se siga pidiendo justicia, diariamente. Bastaría con que Fuentealba no sea otro Kosteki, Santillán, Julio López ó Cabezas, y varios etc más. Bastaría con acordarse que al final siempre nos preguntamos por qué nos pasan las cosas.

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