viernes, 16 de noviembre de 2007

Por la puerta de atrás

El 25 de mayo de 2007 fue más que una fecha patria para todos nosotros. Ese día, un hombre prometió, después de un año de sequía, que si en diciembre no había conseguido éxitos deportivos, él daba un paso al costado, sin cobrar un sólo peso por el tiempo que aún le quedaría en carpeta.

El segundo ciclo de Daniel Alberto Passarella al frente de River fue duro. Fueron 2 largos años, 4 campeonatos, 2 Copas Libertadores y 2 Copas Sudamericanas. 2 años en los que "la Banda" no pudo subir al podio. 2 años en los que se hizo casi imbatible frente a los primos, revirtiendo la tendencia de antaño, cuando ellos salvaban el año mientras nosotros dabamos vueltas en autobomba. También Daniel se refirió a esa inversión en alguna que otra conferencia de prensa.

El gran capitán, quien condujo a la Selección de Menotti a levantar la Copa del Mundo en 1978, quien lograra 7 títulos como jugador en River, y 3 como entrenador; quien tuvo dos grandes ciclos futbolísticos en el club que lo llevaron a tener 298 presencias y 99 goles; se va por la puerta de atrás. Se va como se han ido tantos otros, con la cabeza gacha y entre silbidos e indiferencia.


Nadie puede ni podrá cuestionar la grandeza futbolística y la mochila de calidad que lleva consigo Daniel Passarella, pero nada de todo eso ha podido plasmar en este tiempo, y le agradezco que cumpla lo prometido. Es triste, pero es así. Se que volverá para cambiar esta huella que sabe a poco, y que deja mal gusto en tantas gargantas que ayer contuvieron el grito de gol.

Particularmente, el fútbol me hirió ayer como hace tiempo no ocurría. No encontré explicaciones posibles a la injusticia futbolística a la que asistí gustoso en una, extrañamente, fría noche de noviembre. River volvió a decir adiós en una semifinal. River le dice adiós a una gran persona. River quiere volver a ser River. Tan sólo queda saber quién será el osado que agarre este fierro caliente.

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