martes, 20 de mayo de 2008

Bolsillos

Empecemos éstas líneas desmitificando. El perro no es el mejor amigo del hombre. Señor/a lector/a, lo han engañado toda su vida. Eso es una simple blasfemia.


En los siguientes carácteres me atrevo a postular tres candidatos completamente contundentes para quedarse con ese rótulo. Mejor dicho, me remitiré a uno sólo, y el resto se los dejo para su imaginación y/o propio albedrío. Yo, tipeador oficial de este blog, confirmo ante el mundo que el mejor amigo del hombre es: el bolsillo.


Sí, y no me tome de loco por lo que digo.


Primer punto a tener en cuenta: En el principio de los tiempos, dónde guardaba el homo habilis los frutos que recolectaba? Las piedras con las que pintaba cosas raras en las rocas?. Nuestros antepasados aborígenes también sirven como ejemplo. Sí acarreaban a sus críos en bolsillos! (un tanto más grandes que los bolsillos que usted y yo conocemos, claro está). Dónde cree usted que guardaba Cristófolo Cacarnú (o Cristóbal Colón sí así lo prefiere) el número de cofre bancario en el que depositaría su fortuna post-regreso de la mal llamada colonización americana?


Para el segundo ítem me remito a la modernidad. A nuestros días. Ayer, hoy o quizás mañana o pasado. Cuando el reloj marca temperatura alta y ud. sale en escasas ropas a la calle, es menester que lleve algún tipo de mochila/cartera/bolsa de arpillera para guardar los objetos que comunmente lleva encima (a saber: celular, billetera, llaves, caramelos/chicles, monedas, mp3, y muchos etc. si ud. es mujer). No hay forma de cargar todo eso encima. Los "bolsillitos" del bermuda no alcanzan. Usted está lamentablemente obligado a guardarlo todo en algún otro lado. Y que no le de calor! Porque ahí será aún más agobiante su situación.


En cambio, el otoño-invierno (qué noche teté!) trae consigo unas brisas que indefectiblemente solicitan a su cerebelo que le ordene sumar algún abrigo módico a su tradicional remera. Y es ahí donde irrumpe el reino de la elección bolsillera por excelencia! Que bueno es disponer de tantos bolsillos que solicitan ser fielmente receptores de una buena distribución de objetos. Uno sale con los brazos libres y los bolsillos completos. Casi perfecto.


Tercer punto de mi exposición: los recitales doña! Fundamental portar buenos bolsillos, y si tienen cierre mejor. Se lo digo por experiencia. La turba iracunda arrasa con todo lo que encuentra a su camino en el éxtasis del pogo, y ud. está expuesto/a a cualquier tipo de ultrajo o pérdida de sus efectos personales, por los cuales obviamente la empresa no se responsabiliza. Claramente el boludo/a es ud. por no poseer bolsillos como lo marca la Constitución Nacional.

Es por todo esto que cuando le quieran volver a mentir con afirmaciones de ésta calaña, ud. debe ser más crítico/a y analizar cada buzón que le quieran vender.


Después de todo, si no tuviéramos una relación tan cercana con él (y hasta íntima le diría), por qué odiamos que nos metan la mano en el bolsillo?

Reflexione.-

1 comentario:

  1. Anónimo11:38 p. m.

    100% de acuerdo!
    Adhiero a todas las razones que lo justifican [especialmente, con una =)-pero superalo!- ]

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